Mientras los adultos recordaban su infancia, los niños aprendieron acerca de este tradicional objeto mexicano en la celebración, donde el invitado especial fue Colombia, que mostró cometas propios de gran escala, ante el asombro de los asistentes.
Entre pulpos gigantes, dragones, águilas, ángeles y diablos llevaron alegría al cielo del municipio mexicano de San Andrés Cholula, en el estado de Puebla, donde se realizó el primer Festival Internacional del Papalote, como se le llama en México a las cometas.
Aunque se cree que los chinos inventaron la cometa, que llegó a América durante la Conquista de los españoles, en México se le llama papalote por la palabra papálotl, que en náhuatl quiere decir mariposa.
En algunas zonas del país, como en el estado sureño de Oaxaca, hay ritos en los que los papalotes se usan para guiar a las almas entre el plano terrenal y el inframundo, sobre todo en las vísperas del Día de Muertos, celebrado el 2 de noviembre.
Durante el festival, los niños se mostraron interesados en que sus padres les enseñaran la magia de elevar al cielo una estructura frágil y ligera, solo con el aire a favor y un hilo de resistencia para evitar perderlo mientras se agita por encima de sus cabezas.
Gritos de emoción, pero sobre todo risas, se escucharon en la celebración, que se realizó al pie de la Pirámide de Cholula, lugar ancestral de México, considerado el sitio arqueológico más grande de una pirámide en América.
Las cometas de plástico o papel china unieron a las familias poblanas que se dieron cita en San Andrés Cholula. Los asistentes intercambiaron ideas para lograr que todos los vuelos fueran exitosos, aunque los organizadores prometieron un premio simbólico para la cometa que durase más tiempo en el aire.
Para muchos y muchas volar un papalote fue sinónimo de recuerdos de la infancia, para otros fue realizar esta actividad por primera vez. Decenas de papalotes lograron embellecer el municipio de San Andrés Cholula, luego de que sobrevolaran las inmediaciones de la Gran Pirámide de Cholula.